deber Asamblea Constituyente

El “Sí” gana y da mayor estabilidad al gobierno
El 81,59% dijeron “si” una vez escrutados los sufragios del 90,09% de las mesas de la consulta popular celebrada este domingo en el país.

Aunque los resultados oficiales facilitados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no son definitivos, la aplastante victoria del "sí" ya lo es, pues aunque todos los votos restantes fueran “No”, blancos o nulos, su suma no alcanzaría a los “Sí” ya escrutados.Según los datos del TSE, se habían escrutado 33 219 de las 36 873 actas, lo que representa el 90,09% de las mismas.
De acuerdo con los resultados parciales del TSE, el "no" a la instalación de la Asamblea Constituyente alcanza el 12,61 por ciento, lo que significan 745.709 votos, en tanto que por el "sí" hay hasta el momento 4.824.550 votos en las actas escrutadas.En blanco se registraron 45 140 votos (0,76%), en tanto que 297 523 votos fueron nulos (5,03%).
Los votos blancos obtienen un porcentaje del 0,75% y 5,06% para los votos nulos, así lo informó la página oficial del organismo electoral.

Escrutados 72,88% de los votos
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó hoy, lunes, que se ha escrutado el 72,88% de los votos de la consulta popular de ayer, y que el "Sí" para la instalación de la Asamblea Constituyente logra el 81,47% de los sufragios.
Según el TSE, hasta las 14:07 hora local (19:07 GMT) se habían escrutado 26 873 de las 36 873 actas, lo que representa el 72,88% de las mismas.
De acuerdo con los resultados parciales del TSE, el "Sí" para la instalación de la Asamblea Constituyente alcanza 3 914 890 votos, mientras el "No" suma 610 211 votos, es decir, 12,70% de las actas escrutadas.
En blanco se registraron 37 011 votos (0,77%), en tanto que 243 022 votos fueron nulos (5,06%).
Aunque el TSE tiene un plazo de cinco días para entregar los resultados oficiales, su presidente, Jorge Acosta, dijo hoy que debido a la rapidez con que se están procesando las actas podrían proclamarse los resultados en las próximas 48 horas.

No se pactara con partidos
El presidente Rafael Correa rehusará negociar con los partidos políticos e impulsará en cambio una concertación ciudadana para la Asamblea Constituyente aprobada en el plebiscito de ayer, así lo anunció hoy, lunes, el ministro de Gobierno Gustavo Larrea.
"Nosotros lo que llamamos es a una concertación con la ciudadanía, no con los partidos", afirmó Larrea a un canal de televisión nacional.
Según Larrea, el Ejecutivo se abstendrá de aliarse con los políticos tradicionales y "eventualmente lo hará con un partido en alguna provincia".
"La partidocracia aún no está derrotada, está moribunda y puede intentar volver a engañar al pueblo ecuatoriano y por eso es importante que en cada provincia escojamos a ciudadanos honestos y comprometidos con el país para que vayan a la Asamblea", agregó.

TSE entregará datos hasta el martes
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró hoy, lunes, que está estudiando la posibilidad de ofrecer al país los resultados oficiales de la consulta popular mañana y no dentro de cinco días como informó inicialmente el titular del organismo electoral, Jorge Acosta, quien admitió haber cometido un error al indicar tal fecha. Según los últimos datos del TSE, el proceso de escrutinio se ha incrementado en un 20%. El TSE también declaró que el ausentismo ha sido marcado pues las cifras muestran que un 26,21% de ciudadanos no acudieron a las urnas.
Por otro lado, Andrés León, vocal del Tribunal Supremo Electoral por la UDC, señaló que existen tres puntos pendientes en el estatuto de la Asamblea Constituyente que deben ser aclarados: la distribución de escaños, la recolección del 1% de las firmas y el sistema de publicidad.

Todo el poder de la Constituyente
Nuestra declaración es una voz colectiva que recoge el sentir de las organizaciones sociales, de los movimientos políticos, de las mujeres y hombres comprometidos con la transformación social y la liberación de nuestra Patria. Expresa la convicción de que es la hora de construir una sociedad justa, libre y soberana.
Vivimos una época de cambios sustanciales. El poder del Imperio está en retirada: ha sido derrotado militarmente en Irak y políticamente en nuestra América. Vemos signos de una nueva era, los signos del poder constituyente, como son la Revolución Bolivariana en Venezuela, la Bolivia que camina al socialismo, que ha nacionalizado el petróleo y que cree en la diversidad y en el respeto a la cultura plurinacional.

El neoliberalismo ha fracasado
Estamos en el paso desde el viejo Estado colonial y liberal y desde la economía capitalista y el modelo neoliberal, que han fracasado y han llegado al ocaso, hacia una nueva economía y un nuevo Estado.
Este paso se ha ido construyendo con años de lucha, en un largo camino recorrido desde los movimientos y organizaciones populares. Nuestro pueblo ha hecho historia: hemos sido los protagonistas de la derrota del ALCA y del TLC, de la salida de la OXY; manifestamos nuestro rechazo a la Base Militar Estadounidense en Manta y al Plan Colombia; somos los defensores de nuestra madre-Naturaleza y de los derechos de los excluidos. Esta fuerza se expresó en el grito de que se vayan todos y ha sentado las bases para construir una nueva Patria. Esta voz fue llevada al gobierno con el triunfo de Rafael Correa.

La Constituyente transformará al país
Esta es la hora para pasar desde la resistencia al poder constituyente: a la capacidad de presentar y construir una alternativa en positivo. La novedad en nuestro país es que podemos hacerlo desde arriba, con la participación del Gobierno, y desde abajo, con el protagonismo de los movimientos y actores sociales. El poder constituyente es el fundamento de la transformación; por ello nos comprometemos a sembrar de miles de ASAMBLEAS CONSTITUYENTES POPULARES territoriales y sectoriales el país, como base del nuevo poder de cambio
La Asamblea Nacional Constituyente es el puente para este paso; es la última oportunidad para una salida en democracia y en paz a la crisis. Pero para ello requerimos una CONSTITUYENTE QUE TENGA PLENOS PODERES Y CON REPRESENTACIÓN POPULAR. No podemos permitir que se repita la historia de 1998, cuando la manipulación oligárquica controló la Asamblea con una mayoría que llevó a cabo una reforma política neoliberal; aunque la resistencia social logró el reconocimiento de derechos importantes tanto personales como colectivos, sobre todo para las mujeres y los pueblos indios y negros.
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